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  Corre el año 1872 cuando en el sector denominado “la isla” de Tongoy nacía la Escuela n° 9 de hombres, teniendo como primer director al docente David León Tapia. Luego, en 1878, se crea la Escuela Femenina y en 1908 ambas se fusionan dando como resultado la Escuela N° 15.

 

  En 1946 se crea una segunda escuela denominada Escuela N° 8 de Hombres, que en 1952 también se une a la anterior y dan como resultado la Escuela CoEducacional n° 8, cuyo nombre perdura hasta 1977, año en que se la comienza a conocer como F-174. Posteriormente, en 1994, recibe el nombre que mantiene hasta hoy: Escuela David León Tapia.

 

Víctor Anacona Rojas (75) fue director de este establecimiento durante más de 30 años. Este profesor primario estudió en la Escuela Normal de Copiapó y luego ejerció 16 años en la Escuela de El Tangue, a unos 20 kilómetros de Tongoy.

Fue en el año 1974 cuando se incorporó a la entonces Escuela Coeducacional n° 8 de Tongoy, mientras su director era Manuel Cortés Rojas.

   Recuerda que el recinto era como un matriarcado, con muchas profesoras, y también con rasgos muy característicos en los tongoyinos. En este sentido, recuerda que “los niños tenían mucha personalidad, eran muy rápidos para entender las cosas. Lo otro es que se veían muy llamados por el trabajo, porque buscaban la retribución inmediata. Muchos de ellos no hallaban la hora de incorporarse a la vida del trabajo, porque el trabajo del mar era así: yo saco (productos del mar) y yo vendo, recibo dinero”.

 

  Añade que los niños, que también provenían de sectores como Guanaqueros y El Tangue, “vivían en completa libertad: calle, amigos, caleta, botes. Había mucha confianza, no había daño”.  Rememora que las familias, entre las que recuerda por su gran número a los Zambra y a los Zepeda, estaban compuestas por trabajadores del mar, de la construcción, comerciantes y de una gran gama de actividades.

 

  Posteriormente, en 1979 y hasta el 2004, Víctor Anacona asumió la dirección del establecimiento. Fue entonces cuando vio cómo se iban consolidando diferentes actividades extra programáticas, entre las que destacaron el Grupo de Scouts, el Grupo de Guialitas [m1] (scouts femenino), Brigada del Tránsito, Club de Tonys y de Fútbol.

Pero sería la Banda de Guerra, de la mano del instructor Carlos Ramos, que desde 1982 en adelante marcó un hito para el establecimiento. Asimismo, el ex director sostiene que a nivel regional, la escuela fue conocida por su Club de Basquetbol, que desde 1976 en adelante y a cargo de Enrique Villarroel, Sara Olivares, Carlos Ramos y el mismo Víctor Anacona, fue emblemático para el balneario de Tongoy.

 

  “Empezamos de la forma más humilde. Para estimular a las jugadoras había que hacer partidos y había que hacerlos aquí en Tongoy y con presencia de público… En esos primeros partidos nos dieron barracas. Pero de ahí nunca más”. Agrega que parte del éxito que después obtuvieron se debió a que “había un biotipo. No se cansaban nunca. Tenían una muy buena alimentación. Además, hacíamos participar a la comunidad, lo hacíamos en la noche para que la gente fuera... Tenía tres equipos: mini, infantil e intermedia”.

Todas estas actividades eran complementadas con veladas, oportunidad en que “la escuela se llenaba gracias a spots publicitarios, tonys y obras de teatro”.

 

  Entre las principales conclusiones que realiza Víctor Anacona Rojas tras su experiencia de 30 años en esta escuela, indica que “el tongoyino es muy especial: cuando ve resultado, se casa. Cuando ve que una acción es positiva, el tongoyino se da por entero; pero cuando ve con las cosas andan mal, da media vuelta y al mar…”

 

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